Entonces tocó decidir lo más difícil.

¿Como se moverían através de aquel tablero?


¿Cuales serían los movimientos adecuados?

¿Acaso instaurar los mismos movimientos para todos, dejando que todas las piezas fueran iguales?

¿O hacer que cada uno muestre un movimiento característico, único, que lo defina de manera inequívoca?



miércoles, 21 de septiembre de 2011

Carta de amor

Supongo que nadie podrá encontrar esta carta, que lo aquí escrito quedará oculto para siempre bajo los escombros de lo que fui algún día, ya muy lejano en el tiempo y en la memoria.

Nunca podrás leer estas líneas, mi amor, porque nunca llegarán a tus dulces manos, ni tus ojos, que tantas veces he admirado desde la lejanía que supone mi posición , jamás se posarán sobre el papel en el que transcribo todo lo que te quise decir y nunca te dije.

Porque te quiero. Es una declaración sencilla que nunca salió de mis labios, y es, una explicación, también sencilla, a todo lo que se ha desarrollado entre nosotros.

Nunca pudimos estar juntos, cada uno en un lado del tablero, defendiendo las escarpadas torres de nuestro territorio. Simples peones en el juego de la vida que nunca llegan a conocerse del todo. Una palabra aquí, un roce allá apenas con la punta de los dedos.

Avanzamos sin descanso en nuestra historia, dejando atrás todo lo malo, buscando la esencia de nuestros sueños. Tu siempre soñaste con ser alguien importante, con que tu talento fuera reconocido. Yo solo soñaba con que fueras feliz.

Hoy es el momento, éste el lugar y ésta la jugada. Si yo me sacrifico, tu podrás avanzar sin peligro hasta la última casilla y convertirte en la reina del tablero, (aunque en mi corazón, ya lo hayas sido durante todo este tiempo.)

Como te decía, nunca sabrás porqué me inmolo, ya que mi cuerpo, mi alma y mi vida desaparecen en el limbo de las piezas muertas, oscura incógnita de lo que nos acontece a los perdedores.

Pero tú podrás coronarte, tú podrás ganar la partida. Con eso me vale, con eso me conformo, con eso puedo morir en paz.

Vive por los dos, sueña por los dos y pon un final feliz a nuestra historia.

Solo quería que lo supieras, mi reina, aunque nunca llegues a leer estas líneas.























3 comentarios:

  1. Me encanta. Mucha suerte con tu blog. Ya era hora de que alguien enfocara el ajedrez desde una perspectiva que no fuera puramente deportiva. Te dejo la dirección del mio.

    http://thorodinson64.blogspot.com/

    Un saludo.

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